HERGAR DE JERBITON (en 1161)
Alianza:
Al-AramaEdad aproximada: 75-90 (aparente: 59)
Parens: Ruben Isotos “El Bizantino”
Famas/infamias: Gran negociador (+6), Poco fiable (-2)
Familiar: Ninguno conocido.
Una frase: "Para muchos la diplomacia es el arte de ganar con elegancia y de perder con dignidad. Para mí es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que yo deseo que hagan."
Hergar ex Jerbitón es un hombre amable y práctico. Es un excelente orador, amante de los regalos, los cumplidos y las lisonjas, y carente del Don (o eso parece). Aunque Hergar es el mago de más edad de
Al-Arama, no es su primus, principalmente por el hecho de que acostumbra a pasar largas temporadas fuera de
Al-Arama, en Edesa, lugar donde se sitúa el poder político de la región donde se encuentra su Alianza. No es ningún secreto que, tras la captura de Edesa por los musulmanes poco antes de la Segunda Cruzada,
Al-Arama se vio forzada por la necesidad a apoyar a través de Hergar al Sultán Nur-al-Din para garantizar su supervivencia. Aunque no hay constancia de que ninguno de los magii de
Al-Arama participara de hecho en la cruzada, sí que es un rumor extendido que sus favores y regalos “mágicos” compraron del Sultán la merced de permitir la existencia continuada de la Alianza, en unos tiempos muy duros en los que el Tratado de Bagdag no era sino un sueño de
Aurora ex Jerbiton.
A la postre, el prevalecimiento de
Al-Arama se debe, fundamentalmente, a la habilidad diplomática y la sabiduría de Hergar de Jerbiton, que en los turbulentos momentos que antecedieron a la Cruzada y durante ésta supo mantener la calma y negociar con el Califato de Bagdag las condiciones para la supervivencia de la Alianza más grande de todo el Tribunal, cuya caída hubiera desestabilizado, sin lugar a dudas, a la Orden en Levante.
Por todo ello Hergar goza de un gran prestigio en todo el Tribunal, tanto entre los poderes mundanos como entre los magos, si bien algunos de éstos (como los más inclinados hacia la causa cruzada) lo ven como una amenaza y verían gustosos su desaparición. No en vano Hergar ha ejercido en varias ocasiones como enviado de Nur-al-Din en la Corte de Jerusalén, provocando la indignación de muchos magos herméticos, entre los que se incluyen muchos de su propia Casa.