San Juan de Acre es el nombre "bautizado" de la antigua y próspera Akko, desde la antigüedad un destacado centro comercial y portuario del Oriente Próximo. Es la ciudad bíblica de la tribu de Aser, como relata el capítulo 1, versículo 31, del Libro de los Jueces. Es la ciudad de Ptolomaida, en la época en que los Ptolomeos gobernaron Egipto. Acre es la ciudad donde, según el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 21, versículo 7, desembarca Pablo camino de Jerusalén; y por ello fue un puerto con gran actividad militar durante las Cruzadas. Su privilegiada posición ha hecho de ella en la historia una plaza disputada, engrandecida, destruida, amada y odiada.
La ciudad portuaria de Acre se encuentra situada sobre un promontorio en el extremo norte de la bahía de Haifa. La ciudad antigua fue fundada durante la Edad de Bronce en Tel Akko (en árabe, Tel el-Fukhar, "el monte de los tiestos"), al este de la ciudad actual. Acre es mencionada en textos antiguos como una ciudad importante en la costa norte de la Tierra de Israel. La variedad de ruinas del antiguo emplazamiento, incluidos los restos de fortalezas y lugares públicos de ocio, brindan testimonio de la prolongada e ininterrumpida ocupación del lugar en los tiempos bíblicos. El antiguo lugar de Akko fue abandonado durante el período helenístico. Una nueva ciudad, llamada Ptolomeia y rodeada por una imponente muralla fortificada, fue construida en el sitio actual de Acre. Los romanos mejoraron y agrandaron el puerto natural en la parte sur de la ciudad y construyeron un rompeolas, lo que lo convirtió en uno de los principales puertos de la costa este del Mediterráneo.
La importancia de Acre, una ciudad bien protegida, fortificada y con un puerto de aguas profundas, se refleja en su historia rica en acontecimientos durante el dominio cruzado en Tierra Santa. Los cruzados, que fundaron el Reino Latino de Jerusalén en 1101, no lograron en un principio doblegar las fortificaciones de Acre. El 26 de mayo de 1104, después de meses de duro asedio y con la ayuda de la flota genovesa, la ciudad se rindió y se entregó al rey Balduino I. Consciente del significado de la ciudad y de su puerto para la seguridad del reino, los cruzados comenzaron de inmediato a construir un sofisticado sistema de fortificaciones compuesto por murallas y torres, a diferencia de cualquier construcción anterior. Estas fortificaciones se levantaban a lo largo del mar hacia el sur y el oeste de la ciudad, mientras que en el este y el norte una poderosa muralla doble, con un ancho y hondo foso separaba la ciudad de la tierra firme. También el puerto fue reconstruido, e incluía un puerto externo y otro interno. Se construyó un nuevo rompeolas, protegido en su extremo más alejado por una torre, conocida como la Torre de las Moscas.
El palacio (castrum) de los reyes cruzados está ubicado en la parte norte del área urbana de Acre, encerrado entre sólidas fortificaciones. Cerca del puerto, las ciudades costeras italianas de Venecia, Pisa y Génova han creado los barrios de mercaderes conocidos como comunas. Cada barrio tiene un mercado con bodegas y tiendas, y viviendas para las familias de los mercaderes. Hay también centros para las dos órdenes militares existentes en 1160: los Hospitalarios y los Templarios. En toda la ciudad se han reconstruído edificios públicos, como iglesias y hospicios.