NOTA PRELIMINAR:
Para tratar de traer luz a un tema sobre el que Nixiria y yo hemos estado discutiendo hace ya un tiempo por vía privada, voy a escribir una especie de guía sobre la esclavitud medieval (especialmente en Tierra Santa), en especial en lo que se refiere a la adquisición, compra y venta de esclavos.
Lo primero que hay que decir a este respecto es que en Asia Menor existen tres tipos de leyes respecto a la esclavitud y la manumisión, en base a la religión:
la Ley cristiana (propia de los Estados Cristianos como por ejemplo Jerusalén, Antioquía, etc...), la Ley musulmana (Egipto, Siria, Arabia, etc...) y la ley Judia (aunque no existen Estados judíos propiamente dichos, las comunidades judías siguen esta ley de forma "extraoficial"). Una a una:
(1) Esclavitud en los Estados Cristianos:
Sin perder de vista que el Cristianismo germinó en la Antigüedad entre comunidades de esclavos, lo que el Cristianismo dice de la esclavitud es que es uno de los azotes del hombre (entendiendo como "hombre" a todo miembro de la comunidad cristiana, lo que quiere decir que un musulmán no-converso no es un hombre como tal).
Con este panorama, la Iglesia no admite la esclavitud como tal, si bien defiende el resultado de su evolución feudal: la servidumbre. Ahora bien: un siervo de gleba (=siervo adherido a la tierra), pese a su condición de vasallaje, no es un esclavo propiamente dicho, porque está defendido por la ley de los estados cristianos (la ley común, no la ley canónica), y tiene derecho a la propiedad y a todo lo que ello implica: compra/venta, herencia, imposibilidad de ser expulsados de sus tierras por ley, etc. Bien es cierto que, a la larga, las tierras podían ser objeto de intercambio entre los señores feudales, y los siervos estaban ligados a dicho intercambio, pues se consideraban ligados a la tierra que era de su posesión. Además, la relación siervo-señor era de completa y omnímoda dependencia, de acuerdo con el pacto de vasallaje.
Aunque en un principio los siervos carecían de protección jurídica (además del ya citado derecho a la propiedad), en la época en que nosotros jugamos cuentan, adicionalmente, con los siguientes derechos:
- Adquirir favores y/o beneficios a través del pago de rentas y tablas y los servicios de corvea (trabajar gratuitamente las tierras no propias y contribuir a las obras públicas).
- Adquirir peculio (adquirir dinero propio a través del comercio libre).
- Casarse y casar a sus hijos.
- Mudar de señor mediante indemnización (lo que les permitía hacerse hombres libres junto con sus tierras, si ganaban lo suficiente).
- Ser testigos en juicio.
- Hacer testamento.
Además de estos siervos (siervos de gleba, o adheridos a la tierra), también existían otros siervos: los siervos domésticos, que carecían de tierras (no estaban asociados a ninguna tierra) pero no eran censatarios (="hombres libres") (esto es, seguían ligados por el pacto de vasallaje a su señor). Éstos siervos eran lo más parecido a los esclavos.
En este sentido, las ciudades cristianas eran comunidades de hombres libres (censatarios), no suscritos a ningún pacto de vasallaje y, por tanto, autocráticos (con derecho a elegir sus propios magistrados), si bien seguían pagando impuestos a la corona y tributos a la Iglesia. En las ciudades, por tanto, no impera el derecho común (propio de cualquier cristiano, sea siervo o no) y sí el derecho civil (basado fundamentalmente en relaciones contractuales).
...Y esto es todo lo que hay respecto al esclavismo en el Cristianismo (incluido Bizancio). ¿De dónde salen los remeros forzados que empujan las galeras cristianas del mediterráneo?: pues de los castigos penales por violaciones de la ley. Estos reos podían ser desde ladrones de poca monta que hubieran robado pan (1-3 años de galeras) hasta prisioneros de guerra (10-20 años), deudores acusados (1-10 años), etc... Los homicidas, en cambio, eran ejecutados.
¿Permite el Cristianismo la existencia de esclavos no cristianos?: Por supuesto. La Iglesia justifica el esclavismo de los no cristianos siguiendo a Aristóteles ("La Política"). Si bien la conversión al Cristianismo acarrea el fin de la esclavitud (de ahí la enorme cantidad de conversos en Tierra Santa). La forma en que los Cristianos pueden hacer esclavos entre judíos, árabes y otros paganos es através de:
1.- La guerra o las incursiones.
2.- Las deudas materiales que un pagano (o su familia) contraiga con un cristiano.
Estos esclavos "no-cristianos" carecían de todo derecho, e, incluso convertidos al Cristianismo, constituían la clase más baja de la sociedad, la de los siervos sin tierras.
(2) Esclavitud en los Estados Musulmanes:
Aunque el Corán sugiere la manumisión como práctica piadosa, los musulmanes fueron los mayores esclavistas de la Edad Media, fundamentalmente por el hecho de que los musulmanes podían esclavizar a otros musulmanes. No obstante, aunque el Corán no prohibe explicitamente la esclavitud, sí introduce una cierta regulación en el derecho de los esclavos, garantizándoles cierto amparo jurídico, y situándolos a la par de los siervos cristianos.
Los musulmanes sólo tienen una forma de generar esclavitud, que es a través de la guerra (el resto de formas de hacer esclavos están prohibidas). Los prisioneros de guerra (fueran militares o civiles, y fueran apresados en una guerra o en una incursión) eran propiedad de su conquistador o sus tropas, que podían hacer de ellos lo que quisiesen (desde matarlos o convertirlos en esclavos, lo menos piadoso; hasta liberarlos, lo más piadoso; pasando por liberarlos a cambio de rescate). Los esclavos musulmanes tenían muchas formas de liberarse: a través de una indemnización a su amo, acordada en juicio público; a través de la misericordia del gobernante musulmán, que podía hacer piadosas amnistías colectivas de esclavos, si era una mujer y tenía un hijo con un musulmán, entonces el niño era libre,etc...
(3) Esclavitud entre los judíos:
El Judaísmo no es para los judíos sólo una religión, sino una tradición y una cultura que son herencia familiar (de hecho, sólo se puede ser judío si ambos padres son judíos). Partiendo de este hecho, según el cual los judíos son una gran familia, y del hecho de que el pueblo de Israel escapó de la esclavitud gracias a la ayuda de Dios, la esclavitud (tal y como es entendida por las otras religiones) es radicalmente distinta para los judíos.
En la Torá se prescriben severas leyes para la protección de los esclavos. Tantas eran las obligaciones impuestas al amo, que hay un dicho entre los hebreos: "Aquel que compra un esclavo, adquiere un amo para sí mismo".
Hay una serie de leyes sobre como debe ser tratado un esclavo, muchas de las cuáles establecen que sus necesidades deben ser suplidas antes que las del dueño.
La posibilidad de un judío volverse esclavo de otro surgía en el caso de robo, cuando el ladrón no pudiera restituir el bien robado. El tribunal podía entonces venderlo como esclavo. Otra posibilidad podía ocurrir cuando un pobre se vendiera voluntariamente como esclavo para pagar una deuda con su trabajo. Esta era justamente una forma de regeneración: en vez de ser mandado hacia la prisión, el ladrón era vendido como esclavo para que de esta forma conviviera con su dueño, notara su error y aprendiera a vivir una vida honesta. En cada uno de esos casos, cuando llegaba el año sabático -cada 7 años-, el "esclavo" tenía que ser liberado. Si no deseaba partir en libertad, sino permanecer en la casa de su amo, su oreja debería ser perforada. ¿Por qué?: aquella oreja que oyó los Diez mandamientos y sabe que su Único Señor es Di-s, pero aún así desea continuar sumisa a un hombre de carne y hueso, debe ser perforada.
Mar 5 Mayo 2009 - 11:13